En 2008, la NASA emprendió un ambicioso proyecto para estandarizar sus sitios web, lo que desencadenó un avance monumental en la tecnología de la computación en la nube. Este esfuerzo, conocido como NASA.net en sus inicios, tenía como objetivo abordar la proliferación de sitios web fragmentados y enfoques dispares dentro de la agencia. William Eshagh, uno de los pioneros del proyecto, recuerda que el panorama era caótico y que se necesitaba una solución unificada.
La visión detrás de NASA.net era simple pero poderosa: proporcionar un conjunto estándar de herramientas y métodos para los desarrolladores web, permitiéndoles enfocarse en el diseño y la funcionalidad mientras adoptaban un enfoque coherente respaldado por la NASA. Sin embargo, pronto se hizo evidente que se requerirían herramientas más robustas para materializar esta visión. Fue así como surgió la necesidad de un servicio de infraestructura, dando paso a la creación de lo que hoy conocemos como computación en la nube.
Nebula, como se llamó posteriormente al proyecto, no solo buscaba estandarizar el desarrollo web dentro de la NASA, sino también proporcionar a los científicos y desarrolladores acceso a una potente plataforma de computación en la nube para manejar grandes volúmenes de datos. Esta iniciativa fue pionera en muchos sentidos, adelantándose a su tiempo cuando la noción de “nube” aún estaba en su infancia.
La decisión de adoptar el desarrollo de código abierto fue un punto crucial en la evolución de Nebula. Aunque enfrentaron desafíos al principio, incluida la falta de herramientas adecuadas, el equipo optó por mantenerse fiel a los principios del código abierto. Esta elección no solo permitió una colaboración sin precedentes, sino que también allanó el camino para la creación de OpenStack, el sucesor de Nebula, desarrollado en colaboración con Rackspace Inc.
La asociación entre la NASA y Rackspace fue un hito importante en la historia de la tecnología. Juntos, llevaron adelante el proyecto OpenStack, un software de código abierto que ha revolucionado la industria de la computación en la nube. Hoy en día, OpenStack cuenta con una comunidad diversa de desarrolladores y empresas que contribuyen activamente al proyecto, y ha generado ahorros significativos de costos para las empresas que lo utilizan.
Además de sus beneficios económicos, OpenStack ha generado empleos y ha estimulado la innovación en toda la industria. Lo que comenzó como un proyecto interno de la NASA se ha convertido en una fuerza impulsora detrás de la próxima era de la computación en la nube. Con su enfoque en el código abierto y la colaboración, OpenStack está preparado para seguir siendo una solución líder en el futuro de la tecnología de la información.
El legado de la NASA en este campo es innegable. Lo que comenzó como un esfuerzo para estandarizar los sitios web de la agencia ha dado lugar a una revolución tecnológica que está transformando la manera en que pensamos sobre la computación en la nube. En última instancia, este legado no solo se extiende a través de la tecnología misma, sino también a través de la filosofía de colaboración y apertura que ha inspirado a toda una generación de innovadores.
En Netuy, estamos orgullosos de formar parte de esta historia. Somos pioneros en el país en traer la tecnología de OpenStack a nuestros servicios en la nube, lo que nos permite ofrecer a nuestros clientes una plataforma robusta, flexible y de alto rendimiento para satisfacer sus necesidades de computación. Como defensores del código abierto y la innovación, creemos firmemente en el poder de la colaboración para impulsar el progreso y estamos comprometidos a seguir liderando el camino hacia un futuro digital más inclusivo y eficiente.
Fuente: nasa.gov